Antioquia es un departamento muy diverso y su economía, al igual que su gente, posee variedad de matices que van desde elementos de la tradicional cultura cafetera campesina que se representa en regiones como el Suroeste y el Occidente, pero se entrelaza con el modernismo urbano de Medellín y la cultura lechera del Norte de este departamento que también está bañado por el mar en las costar de Urabá, y ha encontrado en el Oriente a un puñado de empresarios que en la diversidad de productos han dado impulso el progreso para la región.
Para la labor social de Puntadas de Libertad (con sus maquilas textiles en centros penitenciarios), Medellín, la capital antioqueña, se ha convertido en el principal emporio para lograr las metas trazadas en términos sociales, empresariales y espirituales; sin embargo, en las subregiones del Suroeste y Norte, también existen espacios donde Puntadas de Libertad ha llegado con este certero mensaje de solidaridad, empatía, fe, esperanza, conocimiento y nueva vida.
De esta manera, la labor que se realiza desde esta apuesta social, ha podido llegar a centros penitenciarios de Medellín, en la cárcel El Pedregal del corregimiento de San Cristóbal; Santa Bárbara, Andes y Ciudad Bolívar, en el Suroeste; y a Yarumal, al Norte de Antioquia. Lugares en los cuales han quedado mensajes y aprendizajes que enriquecen a quienes lo brindan, y a quienes lo reciben y asimilan.
“La selección de los centros penitenciarios depende mucho de la apertura que tenga el director encargado en el momento. Esto nos ha abierto muchas puertas, tenemos una muy buena relación con la directora regional que conoce bien el proceso, que sabe que es transparente y que lo ha recorrido”, afirma Adriana Duque, empresaria del sector textil, presidente de AsiSea Jeans y líder del proceso de Puntadas de Libertad.
De acuerdo con los datos del INPEC (Instituto Nacional Penitenciario y Carcelario), en Colombia existen 134 centros penitenciarios (20 de ellos en Antioquia), con una población estimadas de 175 mil personas (123 mil de ellos en detención intramural), de los cuales el 93 % son hombres y el 7 % mujeres, personas a la espera de nuevas oportunidades, mejores garantías, confianza renovada y una nueva vida.
“Si hablamos de términos empresariales, el valor de las maquilas representa valores altos porque son maquinarias de alta tecnología, en buen estado, se invierten muy buenos recursos para que los talleres estén a la altura de cualquier otro taller. Pero, si le damos un valor más en el tema económico o el tema netamente empresarial, el valor es muy grande porque sabemos que allí podrán trabajar muchas personas que difícilmente podrán acceder a un trabajo dentro de un centro penitenciario, y ese dinero que ellos van ganando mes a mes, es el sustento para muchas familias de nuestra ciudad y de nuestro departamento”. Agrega la empresaria.
Y es que, pese a que en esta travesía Puntadas de Libertad ha afrontado tantos procesos logísticos con incontables obstáculos y tropiezos, sumado esto a la pandemia que vive el mundo desde 2020, a esta labor social la mueven la pasión y la convicción de una mejor sociedad, descubriendo la felicidad que trae el servicio.